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Dic 14, 2021

Le Commandant Couche-Tôt | ¡Una entrevista exclusiva por su nuevo EP!

Como parte del lanzamiento de su segundo EP, une Histoire d’Amour Brésilienne, previsto para el 7 de enero de 2022, Anthony Malka, mejor conocido como Le Commandant Couche-Tôt, ha aceptado contarnos sobre su proceso creativo y su vida en Berlín.

Hola Anthony, gracias por darnos el tiempo para esta entrevista. ¿Cómo estás, en líneas generales?

Intento organizarme lo más posible, mantenerme positivo y hacer todo lo posible, a pesar de las restricciones con las que tenemos que lidiar a diario. En Berlín se empieza a sentir la presión. La primera ola y el primer encierro se sintieron mucho menos aquí que en Francia. Hoy tenemos la impresión de que la soga aprieta un poco más.

Para los lectores de What The France y para las personas que aún no los conocen, ¿podrías presentarte a tí mismos y a tu música?

Soy Anthony Malka. Soy francés pero vivo en Berlín desde 2007. He tenido diferentes proyectos musicales aquí, incluida una banda llamada The Hoo, que era un grupo de folk compuesto junto a dos italianos. Hicimos muchas giras juntos durante 5 o 6 años, con unos cinco lanzamientos en esos pocos años, por lo que estuvimos bastante activos. He invertido bastante tiempo en esto. Hace 2 o 3 años decidí detener ese proyecto y concentrarme en mi proyecto en solitario, Commandant Couche-Tôt, que comenzó con bocetos acumulados durante años en el piano. Quería grabar y producir, pero todavía no sabía cómo. Así fue como empezó.

Trabajas principalmente en el piano. ¿Lo aprendiste en tu infancia?

Si claro. Toqué piano clásico durante 10 años, desde que comencé a los 6. Desde pequeño es algo que siempre me ha interesado. Además en paralelo al curso de clásica, alrededor de los 10-11 años, estudié un poco de música jazz en la escuela de mi ciudad y luego comencé a escuchar mucho funk, hip-hop y jazz. A partir de entonces comencé a tocar muchas otras cosas en el teclado. Compuse mis primeras canciones en el teclado y no he parado desde entonces.

¿Hubo un momento de tu vida en el que supiste que podías ganarte la vida con la música?

Es un truco que es difícil, no siempre ha sido así, he alternando. Durante el Covid hubo momentos complicados, no había más conciertos y me perjudicó puesto que vivo mayoritariamente de eso. Pero a pesar de eso siempre es satisfactorio llegar a un momento en que un proyecto es lo suficientemente serio como para poder ganarse la vida con él, al menos parcialmente. El proyecto existe de verdad, para la gente, en la radio y eso es lo que más me satisface.

Has vivido en Berlín durante 14 años. ¿Cómo explicarías tu relación con esa ciudad?

Me enamoré de Berlín por accidente. Vine aquí por primera vez en el verano de 2006 para realizar una pasantía. Algunos amigos me aconsejaron que viniera aquí. Pero después de 2 o 3 días me enamoré de la ciudad (risas). Fue idílico: era verano, el clima era muy agradable y había muchos clubes. Ahora desafortunadamente están cerrados, aunque abrían en ese momento. La ciudad me dio una total libertad y enormes posibilidades, que sigo sintiendo hoy, aunque ciertamente un poco menos y de manera diferente, pero por esa energía única que no sentía en París cuando vivía allí. En Berlín hay mucho más movimiento, todo está más abierto culturalmente. Realmente se ha vuelto una ciudad más profesional en los últimos años, lo que ha limitado las posibilidades, aunque siga siendo un caldo de cultivo para la experimentación.

Trabajas a menudo con artistas de diferentes orígenes, lo que hace del proyecto Commandant Couche-Tôt un proyecto muy internacional. En el futuro, ¿se ve viviendo en otro lugar que no sea Alemania o Francia?

No es simple. Realmente me cuesta imaginarme en otra ciudad después de Berlín. He viajado mucho pero todavía no he encontrado una ciudad que me guste tanto como Berlín. Alguna vez había pensado en ir a Portugal, me gusta y conozco bastante bien la región de Lisboa ya que mi esposa es de allí. Pero ahora mismo me cuesta imaginar un cambio. Tengo un niño que va a la escuela, no quiero desarraigarlo por completo. Por el momento, Berlín sigue siendo imbatible.

Pronto lanzará su segundo álbum, Une Histoire d’Amour Brésilienne,  el segundo capítulo de las aventuras del comandante. ¿Cómo va el proceso creativo?

El álbum ya está terminado. Y ya he lanzado dos sencillos. El álbum en formato físico se lanzará a principios de enero. Ya está terminado y siempre es un alivio no estresarse más por llegar a la fecha de salida. El proceso creativo a menudo comienza con acordes, melodías y armonías en el piano. Luego paso esto a mis otros teclados. Normalmente tengo ideas para todos los instrumentos. No escribo nada. Hice teoría musical pero no escribo música, así que solo grabo con mi voz y una melodía, o bien grabo las partes armónicas y los ritmos en el teclado. A veces también hago maquetas que se las envío a los músicos con los que trabajo. Luego graban sus partes, yo superviso las sesiones de grabación y las edito. Empieza por el piano, pasa por otros músicos que graban su parte y yo lo pongo todo junto.

¿No trabajan juntos?

Para el primer álbum, debido a la pandemia, algunas partes se grabaron juntas pero la mayoría de las cosas se grabaron por separado. Hasta ahora ha funcionado bien, pero admito que para los próximos álbumes me gustaría tener gente allí con la que trabajar, hacer sesiones juntos en el estudio.

Si su primer álbum estaba dedicado a las islas polinesias, ahora hablas de Brasil y, más específicamente, del Amazonas. ¿Qué explica esta elección?

Cuando creé el personaje del Comandante Couche-Tôt quería viajar con él. El álbum rinde homenaje a la música brasileña, aunque no está enteramente dedicado a este tipo de música. Por supuesto, hay influencias de bandas como Azymuth que se sienten porque es la música que amo.

Gráficamente hablando, imaginé una selva amazónica porque también tiene un lado ecológico. En la portada vemos al Comandante pilotando un aerodeslizador, y detrás de él vemos al Amazonas en llamas. Los incendios en la Amazonía son un hecho real, por muy triste que sea. Además de este aspecto medioambiental quería hablar un poco sobre el aspecto tecnológico y, más específicamente, de la omnipresencia de la tecnología en nuestra sociedad actual. Podríamos hablar durante horas sobre la intensa vigilancia que reina en nuestras vidas (drones). La portada del álbum evoca la oscuridad de nuestro tiempo, su inquietante lado distrópico; pero la música es la antítesis de esta preocupación actual.

Tu primer álbum, Le Commandant Couche-Tôt et son magnifique orchestre de claviers fue lanzado en octubre, en medio de la crisis por Covid. Desde que trabajaste en este proyecto en solitario, ¿has tenido la oportunidad de presentarte en Alemania o en otro lugar?

No. Pero fue una elección, porque en ese momento no consideré que tuviera el material suficiente como para presentar el proyecto arriba de los escenarios, por eso quise sacar rápidamente un segundo álbum, para volver a territorios que conozco un poco mejor, en los que me siento más cómodo. El primer álbum es muy instrumental, más orientado a la música de cine, mucha gente contribuyó y me costó imaginar una puesta en escena. El siguiente paso fue crear algo que pueda presentar en los escenarios, pero también buscar un proyecto en vivo para los dos primeros EP.

¿Dónde te gustaría empezar a presentar tu trabajo en vivo?

Realmente no lo sé todavía. Me encantaría empezar en Berlín para experimentar un poco desde el principio. Pero también me gustaría presentarme por primera vez en Francia. He tocado mucho en Alemania, pero creo que mi música se adapta bastante bien al público francés.

Aparte de tu segundo EP, ¿cuáles son tus proyectos actuales?

¡Hay bastantes! ¡Nunca paro! (risas). Ya estoy trabajando en los próximos dos EP de The Commander’s Adventures. Tengo muchas grabaciones que no están terminadas y que me encantaría producir. Para el tercer EP me gustaría orientarme más hacia la música de cine, donde el piano encarna un lugar aún más importante que en mis otros proyectos, como la música de Joe Hisaishi, el compositor de las películas de Miyazaki. Para el cuarto EP pensaba en un EP de hip-hop con productores radicados ​​en Berlín. Ya tengo en mente las sinopsis y las imágenes de estos dos EP en los que me encantaría trabajar.

¿Te gustaría componer la música para una película?

¡Sí! ¡Sería genial! Nunca lo he hecho, pero mucha gente me dice que la música que he compuesto hasta ahora se adapta bien.

¡Gracias Anthony por hacernos descubrir tu universo!

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